La selección española masculina, obtenía en Mönchengladbach lo que sería su primera medalla de bronce en una Copa del Mundo. Lo hacía al vencer a Corea del Sur, en el partido por la tercera posición.
Lo hacía gracias a un definitivo gol de Pol Amat, que hacía así que el conjunto español sumara su tercera presea en una competición de esta índole, después de la obtención de sendas platas en las ediciones de 1971 y 1998.
El equipo dirigido por Maurits Hendriks, contaba en sus filas con jugadores de la talla de Cortés, Freixa, David y Ramón Alegre, Amat, Garza, Tubau, Fábregas, Enrique, Dinarés, Quemada, Sojo, entre otros destacados jugadores.