España se proclamaba subcampeona del Mundo masculina. Lo hacía al ser derrotado ante Pakistán (0-1), en la final de la primera edición de la Copa del Mundo de hockey.
Una competición celebrada en las instalaciones del Real Club de Polo de Barcelona, donde un solitario de Akhtarul Islam, impedía el triunfo del conjunto anfitrión.
Un equipo nacional, formado por los Amat, Nogués, Fábregas o Sallés, que había derrotado, dentro de la fase inicial, a esta misma selección.